Perseverancia, constancia y una gran cantidad de humor al estilo ‘Dolemite Is My Name’ (2019), protagonizada por Eddie Murphy de la mano de Netflix. La cinta es una pequeña biografía de como Rudy Ray Moore triunfo en el mundo del cine con una película de bajo presupuesto.

Dolemite es el nombre del personaje al que le dio vida Rudy Ray Moore, músico, cantante, actor y productor de cine de los Estados Unidos. Hacia los años 70’ el trabajo de Rudy como músico estaba decayendo y sus discos ya no sonaban en las emisoras como antes. Trabajando en la famosa tienda de discos Dolphin’s Of Hollywood en los Angeles, California, Rudy empezó a escuchar historias de “Dolemite” contadas por un hombre que vivía entre los callejones de la ciudad. Rudy, sin pensarlo dos veces y con la perseverancia que lo caracteriza, decidió grabar un disco de comedia a su mejor estilo. 

Primero personifico a Dolemite, en su forma glam de vestir, actuar y contar chistes. Los discos se grabaron en su casa, en reuniones que hacían con amigos para darle un ambiente de bar al lugar. Mientras él hacía sus rimas, de fondo un grupo de música jazz y blues le acompañaba. Dolemite, un libertario de ese momento. Ya que, su forma de contar chistes no era convencional, ni lo aceptado socialmente. Dolemite, es un personaje obsceno, que habla de sexo sin tapujos, vulgar y amante de las apuestas. Otra forma de humor que fue bien recibida por la comunidad negra y lo llevo a la fama. Estos sketchs surgían de imitar esos personajes del gueto, proxenetas y estafadores.

El blaxploitation fue un movimiento cinematográfico de los años 70, que surgió en los Estados Unidos donde la comunidad afroamericana era la protagonista. Además, las películas contaban con bandas sonoras y los artistas más conocidos de la época. Películas hechas para un público de raza negra principalmente, aunque después tomo tanta fuerza y fama que empezó hacer aceptado por toda la comunidad del país. 

Películas caracterizadas por tener mucha acción, persecuciones en automóviles y música funk. Sólo hacía falta el humor, lo cual Rudy agrego al movimiento y dio un giro nuevo.

En este film, se puede reconocer el gran papel de Eddie Murphy como “Dolemite”, así como también pone de manifiesto lo difícil que puede llegar a hacer cine cuando no se está en una gran industria como Hollywood.

Por un lado, 'Dolemite' consigue el lugar para grabar su primera película, busca un director, actores y dinero para poder pagar al equipo y tener cinta de grabación. Una vez, es superado los primeros retos del cine de guerrilla, se enfrenta al monopolio de los exhibidores. La película está lista, pero las grandes casas de cine y las salas de exhibición no quieren su película. Dolemite, con su gran persistencia, busca una pequeña sala y hace publicidad él mismo repartiendo volantes. Al llegar la hora de la función resulta ser un éxito. 

Su fama también se debe a que en el cine imperante del momento no reconocía a toda la comunidad en Estados Unidos, una comunidad negra que no se sentía identificada y que era sólo vista desde fuera. 

Ver la historia de Rudy como Dolemite en el intento de su primera película, permite conocer que el mundo del cine no es fácil y que aún, muchas personas luchan contra los grandes exhibidores para poder mostrar sus creaciones, sin embargo, la llegada de plataformas como Netflix han permitido que las etapas de producción de una película sea diferente y se puedan omitir los pasos de distribución y exhibición. Esto genera la posibilidad de mostrar una película sin tener grandes cantidades de dinero y llegar a más personas.