Varios temas musicales, ningún diálogo y 50 años de la historia de Francia transcurren en un salón de baile, donde hombres y mujeres danzan para sobrevivir a las peripecias de la vida en la cinta Le Bal (1983) o en castellano El Baile, del director y guionista italiano Ettore Scola.
La película inicia en un salón de baile vació donde empiezan a ingresar mujeres y hombres. Los actores no hacen uso de su voz, simplemente se distinguen porque sus actuaciones están cargadas de signos gestuales, códigos kinésicos y proxémicos que comunican la identidad del personaje.
El salón de Baile
Toda la cinta transcurre en este lugar. Los cambios de épocas se dan a través de la música y los bailes que los personajes interpretan. Así mismo, el sonido diegético offscreen o fuera de la escena, permite generar la atmósfera bélica de ocupación de los Nazis en Francia, alarmas y bombardeos se escuchan afuera, mientras que adentro, en medio del destruido salón de baile, resaltan las caras de miedo y angustia de los personajes.
Otra forma de hacer sentir al espectador el cambio de época es mediante la perspectiva del aparato óptico, la cámara, en algunos momentos desvanece la imagen, en otros, una fotografía es el encadenamiento entra esta secuencia de escenas.
Contexto histórico en el salón de baile
Aunque la cinta hable de unas épocas específicas sigue siendo universal por la interpretación de los actores, que encaran temas como el amor, el gusto, la amistad, la amabilidad, pero también el desprecio o la soberbia. Así como, los acontecimientos que se vivieron en varios países europeos durante esas épocas.
Después del primer baile de los personajes, la imagen deja ir los colores y en medio del blanco y negro los fantasmas del pasado vuelven.
Ahora es el año 1936, típica música de los años 30 en Francia y los mismos actores del inicio ahora son trabajadores que bailan para celebrar el triunfo de las elecciones parlamentarias del Frente Popular de Francia. El color rojo resalta entre el blanco y negro, representando los socialistas, comunistas y radicales del momento.
Con un baile acentuando la marcha militar, la cámara toma una foto y da paso a los años 1940-44. Un salón de baile destruido, sin música y sin bailarines, quienes solo se refugian allí mientras escuchan el bombardeo y las alarmas de la guerra, la Alemania Nazi entro en Francia. Las mujeres bailan solas, recuerdan a sus esposos y un militar nazi entra al salón de baile pero es rechazado. Más adelante huye porque se percatan de la liberación de Francia, donde mujeres y hombres bailan en círculo con la bandera del país.
Jazz norteamericano de fondo y con unos personajes que están descubriendo estos nuevos ritmos llega el año 1946 donde los aliados han ganado la guerra venciendo a los nazis. Ahora la ocupación es cultural por parte de los Estados Unidos hasta 1956 con el triunfo de la forma de vida americana impuesta.
El mayo Francés de 1968 llega con los jóvenes que ingresan al salón de baile, ya no hay música, no está el barman, pero afuera hay mucho ruido y agitación. Se escucha Michelle de The Beatles y todos cantan y bailan mientras una pareja adulta es el cambio de época y la representación de esos jóvenes más adelante.
El triunfo del individualismo y el año 1983, donde la película inicio. Cada persona se va retirando del lugar sin conseguir pareja. Un profundo vacío en el salón de baile es la soledad de cada personaje.
Aparte de que el baile sirve para que los personajes interactúen entre ellos y representen las épocas, es también, una acción como performance de las situaciones políticas y sociales del momento. Por esto, el trabajo actoral requerido para el film es impecable y si se toma las acciones como signo, se podría decir que Humberto Eco no se equivocó al afirmar que los signos, no son solo teoría, sino una fuerza del hombre que impulsa todo un sistema.
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