Clímax (2018) del director argentino Gaspar Noe cuenta la historia de unos jóvenes bailarines en la década de los 90 quienes luego de tres días de arduo trabajo en un edificio viejo deciden celebrar, pero la fiesta empieza a cambiar de rumbo al darse cuenta de que la sangría tiene algo extraño que hará que el clímax de cada uno salga a la luz haciéndose insoportable para el otro. 

 

Generalmente, los films de este director tienen un aviso de advertencia para el espectador. Esta cinta no es la excepción, sin embargo, si no se presta atención a los detalles se puede pasar por inadvertido su aviso. 

La advertencia está en una de las primeras escenas de la película, mientras los jóvenes bailarines son entrevistados, el espectador se enfrenta a un televisor que a su alrededor está lleno de VHS con películas como Posession (1981) de Andrzej Zulawski, del Italiano Pasolini Saló o Los 120 días de Sodoma (1975), un Perro Andaluz de los surrealistas Luis Buñuel y Salvador Dalí (1929), Suspiria (1977) de Dario Argento, Labyrinth Man o mejor conocido como EraserHead (1977) de David Lynch entre otras cintas. Al otro lado del televisor tenemos libros de autores como Friedrich Nietzsche o Fritz Lang, también se pueden ver libros como Taxi Driver o el famoso libro las formas del suicidio Suicide Mode D´emploi, entre otros. 

Con esta extensa cantidad de títulos, el espectador ya sabe a qué se enfrentará y qué tipo de cosas verá en el film, se trata de un thriller psicológico. Mostrar en esta escena a los bailarines hablando de sí mismos, sus sueños o pesadillas junto a estos títulos no es gratuito.

La película está intervenida por frases como

que antecede a las entrevistas de los bailarines. Es importante mencionar que la única actriz de la película es Sofia Boutella con su personaje Selva y los demás son bailarines profesionales. También, la película menciona que es basada en hechos reales, pero lo único que toma Gaspar Noé de esto para crear la película es el suceso de que unos jóvenes bailarines fueron drogados sin su consentimiento, el resto de lo sucedido es ficcional. 

Desde la escena de las entrevistas, se puede reconocer y distinguir un poco más de la personalidad de cada uno, y no por lo que dicen sino como lo dicen, son sus gestos, sus movimientos que dejan ver un poco más de estos personajes que veremos a continuación. 

Tal vez, las palabras son solo una ilusión y en esta cinta queda más que claro que, lo que cada bailarín dice de sí mismo pelea con la propia existencia de lo que cada uno realmente es, según las circunstancias que se le presenten. 

Después vemos una coreografía, los chicos bailando, todos están felices y deciden celebrar. Una de las chicas tiene un niño pequeño que acompaña a los bailarines. Primer tema que toca la película, el nacimiento y lo que acontece de este suceso. 

El nacimiento desde un lado maternal o paternal, pero también en relación con una nación, a una religión y como esto rodea a la existencia del propio ser. Cada escena tiene una secuencia, la madre con su hijo, luego los chicos que hablan de una extraña bandera que hay en este viejo lugar y símbolos religiosos como una cruz. 

Tal vez no fue la intención de Noé hacer alguna relación con el clásico del cine mudo de David Griffith, Nacimiento de una nación (1915), pero el solo nombre de la película con el diálogo de los chicos sobre una bandera y el texto “Nacer es una oportunidad única” genera conexiones de ideas diferentes como lo que representa una bandera a su nación, ¿qué es una nación? ¿Hay religión de por medio? ¿Quiénes son(ser/existencia) los de la nación? ¿Qué significa pertenecer a una nación? Y qué se esconde detrás de estas simples preguntas.

Es inevitable hacerse esta pregunta porque hasta aquí, la narración parece una historia como cualquier otra, pero cuando se tiene la noción y el reconocimiento del dispositivo óptico, todo cambia. Este dispositivo óptico es la cámara. Dispositivo porque es un mecanismo y óptico porque visual y focal.

La cámara de Noé tiene dos formas. Una forma es el uso del plano secuencia para recorrer las coreografías de baile, los pasillos del lugar y la inestabilidad de los personajes a medida que avanza la película. Esta forma de grabar permite que la cámara se convierta en una partícula más del aire y viaje a través de lo que está sucediendo. Una partícula con un morbo por mirar cada vez más hasta los límites que se le permiten. Esto también es muy característico de este director, por ejemplo, en otra de sus películas Enter The Void (2009) la cámara tiene está particularidad de viajar y moverse constantemente.

Estos movimientos encuadran algunas partes, principalmente las de baile, en ángulo cenital y deja ver lo orgánico de los cuerpos y las esas formas que se pueden hacer al bailar.

La otra forma de grabación, es más tranquila, quieta y parpadea mostrando los diálogos de los personajes. Quien mira es el propio espectador que está asumiendo este viaje y una experiencia. Esto es lo que permite Clímax, un film para disfrutar visualmente y hacer parte de un experimento. 

Esta experiencia fílmica quiere incomodar, sacudir y retorcer todo en el espectador. No es la primera vez que este director lo hace, en sus anteriores películas lo ha hecho y ha dejado claro que sus películas no pretenden agradar sino incomodar. Así como toca temas en cuanto al nacimiento toca otros temas como el aborto, situaciones de machismo, racismo, violaciones y las orientaciones sexuales LGBT. En la cinta hay escenas de sexo, hay drogas, hay baile y hay música. 

La música es importante, ya que está presente en toda la película. Una mezcla de los ochenta y los noventa, música disco, techno, new beat, IDM (Intelligent Dance Music y EBM (Electronic Body Music) de artistas como Thomas Bangalter, NEON, Aphex Twin, Soft Cell, Daft Punk, Gary Numan, Dopplereffekt y Cerrone.

La lista musical es posible encontrarla en Spotify con el nombre Clímax.

Este thriller psicológico demuestra que el ser humano puede ser más tenebroso que miles de monstruos juntos. Lo humano que suele ser lo más cercano, es lo más desconocido. Estos bailarines que empezaron juntos van desintegrándose poco a poco y se convierten en insoportables, la convivencia con el otro y el sentido de colectividad pueden hundirse de un momento para otro.

La película no tiene un final abierto porque su estructura narrativa es clara y simple, pero si termina con dos frases que le dan sentido a diferentes canales de diálogos y posibles conexiones filosóficas.

La película está disponible en Netflix.

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