NADIE QUIERE TENER LA CULPA 

Primero hay que resaltar que estéticamente Benny's video maneja una paleta de colores fríos, lo vemos en todo el film, con tonalidades entre el azul y el gris. Con esta vibe, el espectador ya puede sentir la frialdad y la indiferencia que caracterizará toda la película, incluyendo los escenarios minimalistas y las actuaciones casi inexpresivas de los personajes. Principalmente del protagonista, Benny (Arno Frisch), un chico distante que parece incapaz de transmitir emociones, incluso con los de su misma edad. 

El uso de primeros planos fijos para los padres y Benny también lleva al espectador a intuir que escuchará una confesión o que de la boca de estas personas se les revelará algo. Pero la revelación, además de ser grabada, estará influida por la reacción de los padres. Una vez Benny comete su crimen, sus padres no se enteran, sino hasta un tiempo después, ¿cuánto tiempo está Benny solo en casa que, ha cometido un crimen y sus padres sólo lo saben días después?. Este estilo de preguntas surgen de esa relación familiar y las conversaciones de los padres que nos hacen saber que nadie quiere tener la culpa.

El padre sigue pensando y con la madre hablan de cómo encubrir el crimen y deshacerse del cuerpo. Es increíble que en la única escena que se ven juntos sea en esta, pues nadie quiere tener la culpa. Esto también hace referencia a este tipo de padres que quieren creerse perfectos y cuando descubren que lo que ha hecho su hijo, puede hacerlos ver mal en la sociedad, hacen todo lo posible porque no pase, incluso si se trata de un homicidio, como en este caso.  

El primer crimen de la película es el descuido de su hijo. Benny que por fin logro llamar la atención de sus padres, y no porque esté de acuerdo con que esta sea la forma, ahora se da cuenta de que sus padres están haciendo un plan, no por él, sino por ellos. 

CONTROLAR LA IMAGEN Y LA REALIDAD NO ES COMO PARECE

Es buen momento para mencionar que Haneke, el director, se inspiró en un artículo que leyó para hacer el planteamiento de la película. En el periódico, él leyó sobre un muchacho de 17 años que había asesinado a una chica y en el interrogatorio, cuándo le preguntan por qué lo había hecho, la justificación fue que quería experimentar que se sentía matar a alguien. Haneke impactado por esto, mencionó que quería explorar la realidad virtual con este tipo de comportamiento. 

Esta misma respuesta, la del joven del artículo, es usada por Benny bajo el contexto dramático de la película, aspecto que hace referencia a la sensibilidad de influencia que tiene la imagen sobre el ser humano. Por ello, me parece importante reflexionar en la imagen, pues el control de ella tiene aspectos que se pueden considerar positivos como otros negativos. La pregunta que me surge es ¿la imagen/vídeo es tan poderosa en su «apariencia» de realidad que nos hace sentirnos dueños de ésta y así como la manipulamos, creemos que manipulamos la realidad?. ¿Cómo es el Photoshop de la realidad y dónde está la línea de tiempo?.

La escena en que sus padres se sientan a ver la grabación sobre el crimen también me hace cuestionarme sobre a cuántas escenas de violencia he asistido, no sólo ficcionales, sino reales en la televisión. ¿De cuántos crímenes hemos sido testigos y cuántos reproducimos a diario en nombre de la “conmemoración”? 

Pienso un poco en las imágenes/vídeos que encontramos en internet, como por ejemplo, para citar un caso y no extenderme demasiado, los vídeos que muestran en pocos minutos, un proceso que puede llevar horas. Esto se hace a través de la edición, acelerar la reproducción del vídeo. Por una parte, la cuestión de lo inmediato o instantáneo, es decir, hacer creer que los procesos son rápidos como en un vídeo editado y, por otra parte, la manipulación inherente a dicha edición como efecto psicológico en el usuario que lo consume. 

Y sí, la realidad es cuestionable, se puede decir que cada uno tiene su realidad, pero cuando se trata de imagen, como se analiza en cine, siempre es la de otro, nunca es nosotros, sino un doble, un mundo de dobles. Una imagen no es todo, es una parte de nosotros. Tal vez Haneke ya se veía venir, desde el 92, que la virtualidad nos haría dudar de nuestros límites para actuar en la realidad cuando avanzáramos, aún más, en el dominio de la imagen/vídeo.  

Hay otros aspectos que este film también toca sobre la moral, la violencia y la influencia de la televisión, los cuales pueden volverse a revisar en la actualidad. 

¿Ya la has visto? 👀

P.D: Si te interesa que hable de otro film, dímelo.🧐

P.D2: Y si te ha gustado lo que has leído, ¡compártelo! 💙